México, un entonces fotográfíco

La tarde calló, todo estaba listo, los invitados y amantes del arte fueron llegando, uno a uno, y las caras conocidas comenzaron a brotar. la cita se dio en Casa Rosalva que como todos sabemos está ubicado por la calle chihuahua casi esquina con allende, el reloj marcaba las 7 p.m. y las tijeras ya estaban listas para cortar el listón, que como ya es tradición, se presentaron unas palabras de agradecimiento y bienvenida, para posteriormente hacer el corte del listón. Era un día 16 de Agosto de año presente y las imágenes de “México, un entonces fotográfico” (titulo de la exposición fotografía) empezaba a modelar, los colores negros, grises y blancos invadieron mi vista. Alguna vez, en algún tiempo estuve en México, y esos recuerdos arribaron mi mente casi de bofetada, obviamente ahora todo era mucho más diferente que antes, no es para menos, si la gente cambia, mayormente los pueblos. Algunos edificios aun existen, aunque u poco modificados y regenerados, otros ya fueron derribados y otros se cayeron. Fueron muchas las emociones y sentimientos que la obra produjo en mi, por un momento pensé en la posibilidad de que bien hubiera podido vivir en México, pero sólo en ese México que pintaban las fotografías, un México tranquilo, cotidiano, amigable, sencillo, cielo limpio, poca gente, en fin, me hubiese gustado vivir en ese México que hoy en la actualidad está muy lejos de ser.

Las imágenes que se presentaron es una excelente compilación de la Fototeca Nacional, con una nitidez en la técnica de plata, que nos muestra un pedacito de nuestra escancia. Imágenes que dicen más que las palabras, colores que hablan, historias que se dieron dentro de las fotografías y que nadie nos dimos cuenta, vidas que trascendieron y otras que murieron en el intento, murmullos de llantos que se fueron en busca de algo mejor, destinos forjados y un rio de voces que si no levantas el oído artístico no podrás escuchar, todo está ahí, pero no todos lo vieron.